Dibs es un libro escrito por Virginia M. Axline. Donde
ella narra la terapia de juego que realiza con un niño “Dibs”.
Dibs una historia que habla sobre un niño de seis años, que estudiaba en un colegio de mucho
prestigio. Este era un niño frustrado, infeliz; las maestras ya no sabían qué
hacer con él y realmente querían ayudarlo. Dibs se quedaba parado donde la mamá
lo dejaba al entrar al colegio y una maestra lo llegaba a traer y siempre lo
ayudaban a quitarse el suéter, gorro, botas, etc.
Dibs no le hablaba a nadie, se arrastraba por
el piso, lloraba constantemente, era agresivo, se escondía debajo de las mesas.
A la hora de ir a casa el lloraba más y se ponía más agresivo.
Algunos especialistas que ya lo había evaluado, según le decían
a los padres él era “un niño extraño”, creían que se desarrollaba con retraso mental,
Dibs al contrario solo es un ejemplo del mal uso de los términos, él siendo un
niño superdotado que necesitaba una orientación y atención para así lograr
manejar eso que nadie comprendía a su alrededor. Dibs solo necesitaba demostrar
quién era, formar su mundo con libertad y eso solo lo pudo lograr gracias a la
Terapia de Juego, aunque fue un proceso difícil de comenzar se logro el
objetivo.
Conforme fue transcurriendo la terapia de juego, podemos
observar en todo momento la técnica de reflejo, mientras Dibs realizaba algo en
el cuarto de juego, la terapeuta realizaba estos reflejos en los pensamientos, emociones
e ideas de Dibs, con el fin de que el niño se diera cuenta de estas.
No hay
satisfacción más grande que ver la prosperidad en un niño como lo logro Miss A
con Dibs, todos habían votado las expectativas sobre él, y ya estando
prácticamente como un caso perdido, llego ella a darle sentido a su vida a unir
una familia que comprendió que tenía un hijo con grandes capacidades, que
exploto a través del juego.
Podemos observar al principio no se mostró interés en
cuanto a participar en el proceso a los padres de Dibs. Al ir viendo cambios en
el niño la madre se acerco más a Dibs y al proceso que su hijo llevaba. Al Dibs
lograr la aceptación de sí mismo, responsabilidad, madurez emocional, poderse
expresarse, poder interactuar tanto con amigos como con sus padres y hermana,
fue desarrollando una estructura familiar y estudiantil mucho más saludable
para todos.
Por último podemos mencionar que fue
un libro, donde pudimos observar claramente lo que la Terapia de Juego no
directiva implica y su funcionalidad tan significativa para los niños. La Terapia
de Juego es una puerta que se le puede dar al niño, para lograr conocerse,
aceptarse, y a superar situaciones de su vida.