jueves, 19 de abril de 2012

Terapia Gestaltica


El objetivo de la Psicoterapia Gestalt en niños, es ayudar al niño a que se dé cuenta de sí mismo y de su existencia en el mundo. Se debe de seguir al niño de una manera suave y fluida.
No importa tanto el material que utiliza el niño, si no lo más importante es lo que el niño hace.

Se puede utilizar: 

Arcilla 



Collages: 


Caja Proyectiva: 




Imágenes Proyectivas: 


Dibujando: 


Se deben de tomar en cuenta los siguientes pasos para que el proceso vaya evolucionando:

1.      Hacer que el niño comparta la experiencia de dibujar- sus sentimientos acerca de enfrentar y hacer la tarea, cómo enfrentó y continuó el trabajo, su proceso. Esto es compartir aún más el yo.

2.      Hacer que el niño comente el dibujo mismo, describiéndolo a su manera. Esto es compartir aún más el yo.

3.      A un nivel más profundo, estimular en el niño un mayor autodescubrimiento pidiéndole que se explaye sobre fragmentos del cuadro; esclareciendo los fragmentos,  haciéndolos más obvios; describiendo las figuras, formas, colores, representaciones, objetos, personas.

4.      Pedir al niño que describa el cuadro como si éste fuera él usando la palabra “Yo”: “Yo soy este cuadro; yo tengo líneas rojas por todos lados y un cuadro azul al medio”.

5.      Escoger cosas específicas en el cuadro para que el niño se identifique con ellas: “Sé el cuadro azul y descríbete con más detalles, que aspecto tienes, cuál es tu función etc.”.

6.      Hacer preguntas al niño, si es necesario, para ayudarle en el proceso: “¿Qué es lo que hace?”, “¿Quién te usa?”, “¿A quién quieres más?”. Estas preguntas surgirán de su capacidad de “meterse” en el dibujo junto con el niño y abrirse a las múltiples posibilidades de existir, funcionar y relacionar.

7.      Concentrar aún más la atención del niño y agudizar su toma de conciencia mediante el énfasis y la exageración de una o más partes del cuadro. Estimular al niño para que llegue tan lejos como puede con un fragmento específico, especialmente si hay energía y entusiasmo en usted o en el niño, o si hay alguna excepcional falta de energía y entusiasmo. Las preguntas a menudo ayuda, “¿A dónde va ella?”, “¿Qué está pensando éste círculo?”, “¿Qué va a hacer?”, “¿Qué va a ocurrir?”. Y así sucesivamente. Si el niño dice “No lo sé”, no desista, trasládese a otra parte del cuadro, haga otra pregunta, dé su propia respuesta y pregunte al niño si está correcto o no.

8.      Hacer que el niño entable un diálogo entre dos partes de su cuadro o entre dos puntos de contacto u opuestos (tales como el camino y el auto, o la línea alrededor del cuadro, o el lado feliz y el lado triste).

9.      Estimular al niño para que ponga atención a los colores. Al dar sugerencias para un dibujo mientras el niño está con los ojos cerrados, yo a menudo digo: “Piensa en los colores que vas a usar. ¿Qué significan para ti los colores brillantes? ¿Qué significado le das a los colores obscuros? ¿Vas a usar colores brillantes u opacos, colores claros u obscuros?”. Deseo que el niño esté tan  consciente como pueda de lo que hizo, incluso si no quiere hablar de ello.

10.  Estar atento a claves en el tono de la voz, postura del cuerpo, expresión facial y corporal, respiración y silencio del niño. El silencio puede significar censura, pensamiento, remembranza, represión, angustia, miedo o consciencia de algo. Use estas claves para promover la fluidez en su trabajo.

11.  Trabajar la identificación, ayudando al niño a “reconocer” lo que ha dicho sobre el cuadro o partes de éste. Puedo preguntar: “¿Siempre te sientes así? ¿Alguna vez haces esto? ¿Encaja eso en alguna forma de tu vida? ¿Hay algo de lo que dijiste como rosal que podrías decir de ti como persona?, etc.”. Interrogantes como éstas se puede refrasear de muchos modos. Siempre las hago con tino y suavidad.
Los niños no siempre tienen que “reconocer” las cosas. A veces se retraen y temen hacerlo. A veces no están preparados. A veces parece suficiente que hayan exteriorizado algo mediante al cuadro aunque ellos mismos no lo reconozcan. Puede darse cuenta de que yo he oído lo que tenían que decir. Han expresado a su manera lo que necesitaban o querían en ese momento.
12.  Dejar el dibujo y trabajar en las situaciones de vida del niño y los asuntos incompletos que emergen del cuadro. En ocasiones esto se precipita directamente de la pregunta: “¿Encaja esto con tu vida?, y a veces el niño lo asociará espontáneamente con algún hecho de su existencia. En oportunidades el niño repentinamente se pondrá muy silencioso o alguna expresión cruzara en su rostro. Puedo decirle: “¿Qué acaba de pasar?, y el niño generalmente empezará a hablar sobre algo en su vida ahora o en el pasado que de alguna manera se relaciona con su actual situación de vida.

13.  Estar atento a las partes faltantes o espacios vacios en los cuadros y prestarles atención.

14.  Permanecer en el flujo de primero plano del niño o prestar atención a mi propio frente- dando encuentro interés, entusiasmo y energía. A veces voy con lo que está allí y otras, me adhiero a lo opuesto de lo que hay allí. El niño que dibujo Disneylandia en la fantasía de la caverna, enfatizó el placer y la diversión del lugar. Al ir con lo opuesto a su primer plano, dije: “Me parece que tu propia vida no tiene placer y diversión. 



Extraído del libro de: Ventanas a nuestros niños Terapia Gestaltica para niños y adolescentes. Violet Oaklander 

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